cuando se cierra una puerta...

que típico eh?...cuando se cierra una puerta, en algún sitio se abre una ventana...Pues sí, es verdad.
Ya conocéis mi faceta pesimista...(los dos últimos post, vamos), pero ahora....es otro rollo (con acento canario).
Me vuelvo a casa, ya soy de nuevo chicharrera, deambulo por las calles en las que crecí, y descubro todo las rotondas y plazas nuevas que nuestro "querido y corrupto" alcalde ha construído...es otro rollo (con acento aún mas canario, por lo menos de Adeje).
Ya tengo trabajo, soy reportera, maquetadora, diseñadora, escritora, locutora....lo puedo ser todo...y lo voy a ser todo.

Este trabajo me gusta (con acento madrileño:))

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Llevaba dos años pensando en lo inútil que me sentía estudiando algo que, personalmente no me llevaría a ningún lado, y que, profesionalmente me traería muchisimos quebraderos morales....y llega un día (se acuerdan?, de eso de lo que hablaba de hacerse mayor, y tomar decisiones) en el que todo por lo que NO luchaste, y en lo que NO creiste desaparece.

Y ahora me siento más vacía que antes. Ya no tengo que estudiar asignaturas que creo inútiles, ya no tengo que romperme la cabeza para comprender a profesores narcisitas, elitistas y un poquito maliciosos, no, no...por lo menos, este año estoy exenta de todo ese "calvario".
Os preguntaréis porque no estoy contenta, pues bien, me he dado cuenta que todo este mudo en el que hace dos años decidí meterme...me encanta.
Este año, y solo este año, dejo la carrera... y no lo tenía planeado...pero sí que lo dislumbraba a lo lejos. A lo mejor, si ya nadie me obliga a escribir...podre empezar a ser. Y cuando me encuentre y sea yo misma, empezaré a escribir...